Aquí en la oscuridad.

 

«La oscuridad me envuelve aquí en mi vieja torre

  hasta donde soy capaz de percibir. 

 Ya no recuerdo cuando entré ni lo que hacía cuando estaba fuera.

Al pensar en ello solo llegan a mí ecos etéreos

 de lejanas alegrías y tristes desengaños.

 

Aquí en mi vieja y oscura torre ya no me siento intranquila

por lo que deje atrás,

 ni siquiera siento aprensión por lo que ha de venir,

 pues en esta oscuridad ni el pasado ni el futuro existen

porque el presente se ha adueñado de ellos.

 

Aquí en mi vieja torre por fin he podido escuchar mis pensamientos

 sin que los que me son ajenos los desbanquen

dándoles el mérito y la importancia que siempre debieron tener.

 

Aquí en la oscuridad veo con más claridad que nunca

el camino que he recorrido

 y el que deveras deseo recorrer

 sin que voces extrañas e intrusas

me impulsen a desviarme de los pasos que deseo dar.

 

Aquí en la oscuridad puedo percibir la esencia de mi torre

 hasta sus mismos cimientos

y veo que no solo está hecha de fría piedra y cemento.

 

  Le dieron vida las circunstancias que me atrapaban

 algunas creadas por mí y la mayoría por otros.

Veo también otras partes insertadas de mi propia voluntad

e inmensas estancias creadas por el miedo.

 

Aquí en mi vieja torre incluso hay un inmenso ventanal

 que me permite ver la luz de la luna y las estrellas

 y es una luz que parece intentar recordarme algo.

 

Aunque ese algo se me escapa

y eso me atormenta hasta límites insospechados

 pues su luminosidad hace que sueñe con cosas

de lo que parecen ser otro mundo y otra vida

que se me antojan imposibles de alcanzar más allá del sueño.

 

Y es esa luz la que, aquí en mi vieja torre

me hace desear encontrar algo,

algo que no sé muy bien como describir

pero que a cada día que pasa

me parece que esta tan irremediablemente unido a mí

como así lo están las cadenas que unen la luz y la oscuridad.

 

Y así, aquí en mi vieja torre me da por pensar

 «¿y si lo que busco está realmente esperándome ahí fuera?»

“ ¿y si la tranquila oscuridad me impide ver

la verdadera luz que desprenden las estrellas?”

 

Y con esa pregunta en el corazón me levanto

de mis reconfortantes tinieblas

   pues solo la duda y la esperanza de encontrarlo es suficiente

 para impulsarme a caminar

 dispuesta a seguir la senda que me marcan las estrellas

a través de la oscuridad.»

 

 

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